sábado, 8 de septiembre de 2012

Cuidado con la leishmaniasis!


Es una enfermedad zoonótica causada por un protozoo del género Leishmania y transmitido por la picadura de moscas del género Phlebotomus. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad van, desde úlceras cutáneas que cicatrizan espontáneamente, hasta formas fatales en las cuales se presenta inflamación severa del hígado y del bazo. La enfermedad, por su naturaleza zoonótica, afecta tanto a perros como humanos. Sin embargo, animales silvestres como liebres, zarigüeyas, coatíes y jurumíes entre otros, son portadores asintomáticos del parásito, por lo que se les considera como animales reservorios.
El agente se transmite al humano y a los animales a través de la picadura de hembras de los jejenes, un grupo de insectos chupadores de sangre y diferentes de los mosquitos, pertenecientes a los géneros Phlebotomus del viejo mundo y Lutzomyia del nuevo mundo, de la familiaPsychodidae.1 En Colombia, en ciertas regiones, este tipo de insectos es mejor conocido como palomilla. En las zonas tropicales de Ecuador se lo conoce como "arenillas".

La forma cutánea de la enfermedad (leishmaniasis cutánea) en humanos, también conocida en Perú como uta, se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas indoloras en el sitio de la picadura, las cuales se pueden curar espontáneamente o permanecer de manera crónica durante años. La resolución de la enfermedad puede presentarse después de un tratamiento sistémico, consistente en la aplicación intramuscular de fármacos basados en Antimonio (antimoniato de meglumina —Glucantime— y estibogluconato de sodio —Pentostam) durante un plazo de 20 a 30 días.



 En perros se presenta principalmente la leishmaniasis visceral. Se ha intentado prevenir la enfermedad con repelentes de insectos aplicados atoldillos en la época de mayor riesgo de contagio con resultados dispares.





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